La región del NOA, particularmente las provincias de Salta, Tucumán y Santiago del Estero, concentra el núcleo productivo de cultivos como porotos, sésamo y mungo. En la provincia de Salta se identifican tres grandes zonas productivas: el norte (departamentos San Martín y Orán), el centro (Anta) y el sur (Metán y Rosario). Los porotos del género Phaseolus predominan en el norte, debido a su sensibilidad a las altas temperaturas, mientras que en Anta se combinan con variedades del género Vigna, como mungo y black-eyed, que presentan mayor tolerancia térmica y ciclos más cortos.
Los requerimientos agroclimáticos del poroto exigen siembras tardías para evitar el calor excesivo, pero esto aumenta el riesgo de heladas, especialmente en zonas como Anta. El ingreso de fríos a fines de mayo afectó a esta región, pero en general el impacto fue moderado ya que gran parte de los cultivos ya se encontraba en estadios avanzados.
En cuanto a la distribución de cultivos, el norte salteño destina cerca del 60% de su superficie a porotos, mientras que en Anta el cultivo está más repartido con soja y maíz. Esta particularidad permite en el norte una estrategia agronómica basada en coberturas naturales o sembradas durante el mismo ciclo, aprovechando siembras tardías para recuperar humedad del perfil antes de implantar el poroto.
En relación con las variedades, el norte se orienta principalmente a alubia y porotos de color del género Phaseolus, con presencia menor de viña. En Anta, en cambio, hay una mayor participación de viña, destacándose el crecimiento del black-eyed y una presencia sostenida de mungo y atsuki. Este último, aunque en crecimiento, enfrenta restricciones por su sensibilidad térmica intermedia y limitadas herramientas para el control de malezas.
Condicionantes comerciales y perspectivas de mercado
El comportamiento comercial de los productos especiales está fuertemente influenciado por la evolución de los precios internacionales, la competencia de nuevos jugadores y la calidad del producto exportado. En el caso del sésamo, si bien en los últimos años presentó buenos precios e incentivó la siembra en zonas marginales del este salteño, la campaña actual tuvo dificultades en la implantación (estimándose un 20% de resiembra) y una caída en los precios internacionales, impulsada por el fuerte crecimiento de Brasil, que pasó de exportar 42.000 tn. en 2022 a 250.000 tn. en 2024.
Brasil también ganó terreno en el mercado de porotos, particularmente el poroto negro, donde pasó de ser importador a exportador, compitiendo con Argentina en mercados tradicionales como México. Aunque la calidad argentina sigue siendo superior, los precios internacionales están presionados por el alto volumen brasileño.
Respecto al mungo, se observó una diferencia marcada de calidad entre los lotes cosechados en enero y los que quedaron expuestos a lluvias prolongadas en marzo y abril, generando importantes descuentos comerciales por el deterioro visual del grano.
En cuanto a los cultivos de invierno, se espera una buena campaña de arvejas, con fuerte intención de siembra apalancada por precios atractivos y sistemas de comercialización más estructurados. El garbanzo, pese a una caída de precios frente a cosechas abundantes en India y México, mantiene buena intención de siembra en Salta, impulsado por una adecuada humedad residual y su rol clave en la rotación.
En síntesis, la campaña 2025 presenta un escenario de buena disponibilidad de producto y mejoras en calidad respecto al año anterior, pero con una presión bajista en los precios internacionales por la abundancia de oferta global. La competitividad argentina dependerá de sostener la calidad y adaptarse rápidamente a las nuevas condiciones de mercado.